Arquitectura del Estado "K": cómo creció en los últimos dos años de gestión

Del 2013 a esta parte, el Gobierno creó más de una veintena de instituciones, entre las que se destacan el Ministerio de Cultura y la Agencia Federal de Inteligencia. El desafío del déficit



En sus dos últimos años de gestión, el Gobierno volvió a apelar al creciente uso de los fondos públicos y a la "creatividad" institucional. Desde el 2013 a la actualidad, se crearon al menos una institución u organismo nuevo por mes, entre los que se incluyen fideicomisos, empresas públicas, agencias, entes de control y universidades, según pudo contabilizar Infobae.
Los que más se destacan por su tamaño e impacto político y social son el Ministerio de Cultura; la Agencia Federal de Inteligencia, puesta en pie tras la llamada "guerra de espías" vinculada a la sospechosa muerte del fiscal Alberto Nisman; y la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Telecomunicaciones (AFTIC), el órgano de control nacido al calor de la ley Argentina Digital.
Cada uno de ellos gestionará un presupuesto significativo en 2016. La ministra Teresa Parodi maneja una cuenta de $3.072.348.982 y un personal de planta de 1511 empleados públicos; la AFI, un fondo de $1.449.954.000 (la cantidad de personal es desconocida debido al secreto establecido por ley), y la AFTIC que conduce Norberto Berner $2.273.455.000 y una plantilla de 325 trabajadores fijos.
Otros nuevos organismos están asociados a la infraestructura del país, como el Belgrano Cargas yFerrocarriles Argentinos, creados después de la Tragedia de Once. Ambas sociedades se utilizaron para ampliar la inversión y mejorar el servicio del transporte ferroviario de cargas y de pasajeros, que se encontraba en un estado de abandono a raíz del del desmanejo y la corrupción del área cuando estuvo bajo la gestión de los ex secretarios Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi.
DESDE 2013 EL GOBIERNO CREÓ AL MENOS UNA INSTITUCIÓN U ORGANISMO POR MES
Menos conocidos pero también relevantes son la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (ANLAP); destinada a la producción pública de medicamentos; el Instituto Nacional de Artes Gráficas, que promueve el dibujo humorístico, la caricatura y la ilustración; y la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), que se encarga de prestar servicios de los que dependen los aviones.
Además, el Poder Ejecutivo levantó siete universidades nuevas. Algunas de ellas eran preexistentes y el Gobierno las jerarquizó o estatizó, como la Universidad Nacional de las Artes (ex IUNA) y la de las Madres de Plaza de Mayo. El Poder Ejecutivo debió salir al rescate de esta última por su estado económica crítico y las irregularidades en la gestión.
En lo que respecta al control de "la caja", el Gobierno recuperó para sí el manejo de las obras sociales de las Fuerzas Armadas y las centralizó en el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (Iosfa), que regula el sistema de salud del personal militar y sus familias. Se trata de una población de 600 mil beneficiarios e incluye a agentes de Prefectura y Gendarmería.
Además, se instituyeron dos importantes fondos para que el ministro de Economía, Axel Kicillof, pueda invertir a discreción en áreas sensibles para la producción. Uno de ellos es el Fondo Argentino de Hidrocarburos($4.500.000.000), planteado para otorgar préstamos o capitalizar a empresas hidrocarburíferas en la que tiene participación el Estado, como YPF. El otro es el Fondo Fiduciario del Cruce Marítimo del Sur ($1.000.000.000), constituido para el desarrollo de la conexión marítima y terrestre entre las provincias de Tierra del Fuego y Santa Cruz, más la Antártida e Islas del Atlántico sur.

La lista de instituciones puestas en funcionamiento es más larga (ver gráfico), aunque no exhaustiva. Más allá de la pertinencia que pueda tener cada una de las esferas creadas, lo que preocupa a la dirigencia política y a los especialistas es el nivel de déficit y las ineficiencias de la burocracia estatal.


El rol del presupuesto

Según Manuel Garrido, candidato a diputado nacional por Progresistas y ex fiscal Anticorrupción, los problemas sobre "cuánto y qué Estado" es necesario arrancan desde el momento que se aprueba y discute el Presupuesto. "En el Presupuesto 2016, que ya tuvo media sanción en Diputados, se repitió el mismo esquema de los últimos años. No se adecúa a la realidad, con cálculos inadecuados como los de inflación y crecimiento. El Congreso viene haciendo un papel decorativo en los debates", consideró.
"En el presupuesto se ven las ideas de gobierno. Estamos de acuerdo en invertir en planes sociales, pero hay un montón de previsiones que se realizan sin ningún tipo de planificación seria, como los subsidios. Tampoco se llevó a cabo inversión suficiente en materia de energía y vivienda. Aún siguiendo las propuestas y metas que fija el propio Gobierno, en muchas áreas se ejecutan mal o no se cumplen", amplió Garrido.
Recientemente, la Auditoría General de la Nación (AGN) presentó un informe titulado "Cuentas de Inversión 2013 y reflexiones sobre el Presupuesto 2016". Allí se indica la "gravedad institucional" que supone la cotidiana discrecionalidad en torno a la ley de leyes, que se cristaliza en la disparidad existente entre el dinero proyectado y ejecutado.
En 2015, por ejemplo, se votó un déficit de casi $50.000 millones, pero en los primeros seis meses del año se alcanzó un resultado negativo de $100.000 millones. El esquema del "dibujo" se repitió de manera similar en los últimos cuatro años y con una tendencia creciente a ampliar la brecha.
"El Presupuesto es una ley y como tal debe prever. Pero los cambios que se introducen en él a través de decretos de necesidad y urgencia (DNU) y decisiones administrativas le posibilitan al Ejecutivo modificar lo que el parlamento aprobó. Así, el presupuesto es más una alegoría que una realidad", indicó Leandro Despouy, titular de la AGN.
De acuerdo a los cálculos de la AGN, el déficit financiero podría superar el 7% del PBI este año, "el nivel más alto desde la vuelta a la democracia", describen. Por su lado, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) proyectó una cifra similar, al calcular un déficit del 5 por ciento.

De prebendas y uso partidario del Estado

De la mano de la ampliación presupuestaria y de la "nueva" institucionalidad impulsada por Cristina Kirchner, Garrido consideró que predominó un uso "prebendario" de los fondos públicos. Y con ello, observó como problemático el modo en que se incorporó personal al Estado.
"El Gobierno buscan ubicar dentro del Estado a los partidarios de determinados sectores del Gobierno porque pretenden quedarse hasta el próximo período. Lo que está por detrás es la intención de designar gente y colonizar el Estado. Ocurre en todas las áreas de la administración", sostuvo el ex fiscal de Investigaciones Administrativas.
Marcelo Leiras, director de las carreras de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés, relativizó que el gobierno kirchnerista haya tenido un peor desempeño en el nombramiento de cargos que sus predecesores, ya que, definió, "la situación actual de la burocracia del Estado es semejante a la de otras presidencias".
"El kirchnerismo ha utilizado la administración pública para recompensar a sus propios seguidores y ha colocado en cargos de responsabilidad a los leales. Ello se debe a que en la Argentina no hay partidos que generen cuadros para el Estado", sostuvo. Y remató: "Es un problema endémico de la política argentina, no es distintivo del kirchnerismo".
Según la AGN, el mismo criterio se replica en las transferencias a las provincias y empresas públicas. "Se privilegian sectores y provincias que tienen afinidad con el Gobierno antes que las que está bajo la oposición, como Córdoba, Santa Fe o San Luis. Han crecido las transferencias discrecionales. El Presupuesto se transforma así en una ejecución unitaria, no federal", sostuvo Despouy.


Otro aspecto oscuro es en lo que respecta con la rendición de cuentas. En 2013, la Auditoría solicitó información contable financiera a 249 entidades del Sector Público Nacional no Financiero. De ellas, 127 presentaron en término los datos requeridos, mientras mientras que 89 entidades hicieron las presentaciones fuera de término y 33 no las efectuaron.
"El próximo gobierno va a encontrar un Estado muy oscuro y poco transparente. Van a tener muchas dificultades para verificar cómo se manejaron las cuentas", planteó el auditor general.
Para Leiras, en cambio, lo más preocupante que deja Cristina Kirchner como herencia en la administración es el deterioro de las estadísticas públicas y "el altísimo déficit fiscal". En su opinión, es prioritaria una reducción de las importaciones energéticas y una política tarifaria que se abstenga de subsidiar a los sectores pudientes.
"Entiendo el argumento keynesiano del efecto multiplicador de la actividad, pero no conozco país que tenga más de 5% de déficit en su PBI. Hay una tendencia a la insolvencia muy marcada, ese es el problema y debilidad del Estado argentino. Si tenes autoridad suficiente, no necesitas pagar el apoyo. Cuando pagás al contado es porque alguien no te tiene confianza", cerró Leiras.

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