El Papa sufrió dos tropezones y el Vaticano salió a acallar los rumores sobre su salud

En sólo tres días, el Pontífice tuvo dos leves inconvenientes que llamaron la atención de la prensa



El sábado en la Plaza de San Pedro y el lunes en la Basílica de San Juan de Letrán, el Papa Francisco sufrió dos tropiezos mientras desarrollaba su servicio religioso frente a la mirada de los fieles. A raíz de dichos incidentes, diversos medios del mundo, como la agencia Reuters, reflotaron la teoría (y la pregunta) que apunta a un deterioro de la salud del obispo de Roma.
La preocupación tenía fundamento. Con sus 78 años, Jorge Bergoglio se cayó dos veces pese a que, en ambas celebraciones, recibió ayuda y fue asistido por otros religiosos. El dato se suma a los rumores que circularon hace un mes y que fueron desmentidos por la Santa Sede, que afirmaban sobre un posible tumor cerebral del prelado papal.
Cuando las versiones volvían a esparcirse rápidamente, el vocero vaticano Federico Lombardinegó rotundamente que existiera algún problema de salud. “Todo es absolutamente normal, el uso de la sotana siempre genera algún riesgo de caerse”, afirmó en diálogo con la agencia ACI Prensa.
“Me sucedía lo mismo cuando la usaba hace muchos años, ¡y era joven!”, agregó. Además, “las gradas o escaleras exigen una atención particular porque aumentan este riesgo”.
Lombardi recordó que las dificultades de movilidad del Papa Francisco se conocían “desde el inicio del Pontificado” y que por ello “hace sesiones de fisioterapia con cierta regularidad. Por tanto, diría que no hay nada de nuevo o motivo de preocupación particular”, expresó.
El primero de los tropiezos ocurrió el sábado pasado durante una audiencia en el Instituto Nacional de Previsión Social Italiano. En esa ocasión, el Papa trastabilló y cayó al suelo al subir las escaleras en la Plaza de San Pedro, provocando el sobresalto de las más de 23.000 asistentes.
La misma escena se repitió el lunes, cuando Bergoglio trató de subir los escalones de la basílica de San Juan de Letrán durante la Santa Misa por la consagración del nuevo obispo auxiliar de Roma Angelo de Donatis. Francisco tropezó y tuvo que ser sostenido por dos sacerdotes que le acompañaban en la procesión de entrada.

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