La automotriz dejó de fabricar el mítico todo terreno porque no pudo adaptarlo a los nuevos estándares de seguridad. El 80% de las 2 millones de unidades vendidas aún sigue en funcionamiento
Después de 68 años de leal servicio, el legendario Land Rover Defender, vehículo todoterreno utilizado por laReina y James Bond, dejó de fabricarse.
Más de dos millones de ejemplares salieron de las líneas de producción del fabricante británico Jaguar LandRover (JLR) desde la llegada del Land Rover original en 1948.
Para despedirlo, se celebró un pequeño acto en la planta de Solihull, en el centro de Inglaterra, para marcar el final de este orgullo británico exportado en todo el mundo. El modelo homenajeado fue un Defender 90 Heritage Soft Top.
La imposibilidad de ajustarse a los nuevos estándares de seguridad y emisiones impuestos por la Unión Europea se han cobrado la piel de este viejo aventurero, disponible en varios modelos, incluyendo uno con orugas de tanques.
"Es la muerte de un icono", dijo a la BBC Simon Collins, del Club Land Rover, una asociación de entusiastas de esta marca.
Ultraresistente y robusto, el Defender es utilizado todavía por muchos servicios de emergencia del mundo y está presente en muchos escenarios de guerra.
Icono de posguerra
Diseñado originalmente para la agricultura y el uso agrícola, la Defender se convirtió en un vehículo británico icónico, popular entre celebridades como Paul McCartney y el fallecido actor Steve McQueen. Al mismo tiempo, es posible verlo en barrios buenos de Londres y en muchas películas, como Skyfall, de James Bond.
La reina Isabel II es una entusiasta de este auto y lo usa desde su ascensión al trono en 1952.
Los primeros vehículos salieron de la línea de montaje sólo tres años después del fin de la Segunda Guerra Mundial. Debido a la falta de acero, producto de la contienda, se construyó en aluminio.
"Es un coche que trasciende a las clases sociales. Todo el mundo lo puede conducir, el campesino que intenta cruzar un campo embarrado o la Reina cuando recorre Windsor. Tiene el don de no desentonar en Chelsea o en una zona de guerra", dijo el analiza Jim Holder, editor de las revistas Autocar y "What Car?
Otro problema del Defender era su alto costo de producción. Con gran parte de su estructura construida a mano, cada unidad demandaba 56 horas de trabajo.
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