Amado Boudou también presentó facturas truchas de intérpretes

En 2011, el entonces ministro de Economía pasó gastos por 9700 euros, cuando en realidad a cada uno de los dos traductores les pagó 1900 en efectivo.



En febrero de 2011, el entonces ministro de Economía Amado Boudou asistía a un encuentro entre representantes de los países que integran el G-20. Se alojó en el hotel Bel Ami y, en la rendición de cuentas correspondiente al viaje presentó una factura a todas luces apócrifas, que fueron refutadas por el propio vocero de la empresa.

En el marco de esa estadía, el hombre que luego acompañaría a Cristina Elisabet Kirchner en su último mandato contrató a dos traductores para que lo asistan en la reunión con los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales. Cada intérprete cobró en efectivo 1900 euros. No obstante, a la hora de hacer la rendición en Buenos Aires, Boudou presentó cuatro facturas por un total de 9700 euros.

La falsedad de estas facturas fue confirmada por ambos profesionales, quienes aseguraron que en esa oportunidad, al igual que en todas, presentaron sus comprobantes en francés. Ninguna de las notas que presentó a nombre de Boudou Héctor Eduardo Romano, quien entonces ocupaba el cargo de jefe de Secretaría Privada, cuenta con el sello, registro ni clave tributaria correspondiente y, quizás el dato más saliente, todas están en español.

Según publica La Nación, al tomar contacto con la delegación argentina, los intérpretes, que son miembros de la International Association of Conference Interpreters (AIIC) y habitualmente trabajan para diversos organismos oficiales, habían acordado no trasladarle a Boudou los gastos de transporte de Ginebra a París, por temor a que la suma motivara la declinación del contrato.



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